sábado, 6 de agosto de 2011

Beethoven - La victoria de Wellington (Sinfonía de la Batalla)

Beethoven - Wellingtons Sieg (La victoria de Wellington)

Grrr!!! (rugido de bienvenida)


Saludos cachorros

Ahora estamos en vacaciones de Fiestas Patrias y estoy seguro que muchos de ustedes aprovechan el tiempo libre para ver películas en la televisión ¿verdad?

Es muy probable que ustedes hayan visto no una sino muchas películas bélicas (películas sobre guerras), es muy obvio que se puede llevar una batalla al cine... pero ¿se podría llevar una batalla a la música? Pues, sí, sí se puede. Beethoven los hizo con la famosa batalla de Vittoria, batalla a la que Beethoven llamaría La victoria de Wellington.

Un poco de historia: Inglaterra no quiere a Napoleón



Desde 1789, Francia se había visto envuelta en la Revolución, y tras llegar al gobierno en 1799, Napoleón se había hecho de facto con el poder en Europa.

El gobierno británico no veía con buenos ojos el poder que Napoleón iba acrecentando día a día y buscaba opciones para terminar con la amenaza de Napoleón, y el conde de Wellinfton ayudó a obtenerlas.

Es 1813 y España estaba bajo dominio francés. Los ingleses llegaron en ayuda de los españoles, pero ojo que no era una ayuda desinteresada al pueblo español, la verdad de la milanesa era que a los ingleses no les convenía PARA NADA que los franceses (ni su Constitución ni ideas democráticas burguesas, lo más avanzado y progresista de la época) continuen en suelo español, el objetivo era devolverle el poder a Fernando VII. Y el conde de Wellington, junto a tropas inglesas) se ofreció a comandar las fuerzas que liberen a España de Francia y Napoléon.

Y, en honor a la verdad, las tropas francesas estaban bastante desmoralizadas pues la guerra de Napoleón se desarrollaba, paralelamente, en otor frente: Rusia. Y las cosas en Rusia, definitivamente, no marchaban bien para Francia. Además los franceses estaban hambrientos y con pocas armas. Por ello el 21 de junio de 1813 la victoria fu fácil para Wellington y su equipo que no sólo contaba con ingleses sino también con españoles y portugueses.

Viena tampoco quiere a Napoleón

Cuando a fines de julio llegó la noticia a Viena, Johann Nepomuk Mälzel encargó a Ludwig van Beethoven la composición de una obra sinfónica con motivo de este hecho. Nepomuk Mälzel era amigo de Beethoven y un gran inventor también, él fue el que creo diversos instrumentos musicales especiales para Beethoven que, por aquellos años, ya empezaba a quedarse sordo.

Beethoven había sino en su juventud un gran admirador de Beethoven y de las ideas burguesas de la nueva Francia. Eran años en que las potencias monárquicas europeas se habían aliado para derrotar a la Francia revolucionaria. En una deslumbrante campaña en el norte de Italia, en la que el ejército austríaco fue derrotado, adquirió notoriedad Napoleón Bonaparte, que se convirtió en un ídolo entre los sectores progresistas. De esta época son la Sonata para piano n.º 8, llamada Patética, y la Sonata para piano n.º 14, llamada Claro de luna. Su Tercera Sinfonía, llamada la Eroica, estaba escrita en un principio en «memoria de un gran hombre», Napoleón, que era visto en ese momento como un liberador de su pueblo. Cuando se declaró a sí mismo Emperador, Beethoven se enfureció y borró violentamente el nombre de Napoleón de la primera página de la partitura.

Y Beethoven, ahora convertido en un furibundo anti bonapartista acogió el encargo de su amigo, el inventor, con gran regocijo y estímulo. Y el producto fue La victoria de Wellington (Wellingtons Sieg, Opus 91) o "Die Schlacht bei Vitoria" o "Siegessymphonie". Obra que se inicia así:

 


¿Y dónde está la batalla? Pues aquí:

0:00 Tambores y trompetas en el lado inglés
0:41 Marcha británica
1:20 Tambores y trompetas en el lado francés
1:54 Marcha francesa: Marlborough ("porque es un buen compañero..")
2:44 Convocatoria a la batalla
3:08 Batalla: Allegro
5:02 Tormenta de amrzo: Allegro assai
7:00 Andante

¡Genial! Desde cualquier punto de vista. Pero a Beethoven no le gustó mucho el resultado, empezó a componer esta sinfonía con entusiasmo, pero al poco rato ya el trabajo le empezó a parecer monótono e intrascendente, parece que sólo culminó esta obra para complacer a su amigo al inventor pues al finalizarla exclamó: ¡Es una estupidez! No obstante la obra fue de una popularidad enorme en su época.
Esta sinfonía trae innovaciones, por ejemplo para interpretarla se necesita artillería pesada, para que la obra se interprete e acuerdo al original se deberían alternar con la música ¡193 disparos de cañón!

¡Grande Beethoven, Grande!!!

P.D. Con la obertura 1812 de Piotr Ilitch Tchaïkovski y La Batalla de los Hunos de Franz Liszt, La Victoria de Wellington forma parte de las obras que conmemoran una gran batalla militar.

Otra P.D. El himno francés que entona se llama Marlbrough s'en va-t-en guerre, canción que data de 1709 y que es enormemente popular y no sólo en Francia. Tal vez si les damos la traducción comprendan, la traducción del francés al español es Mambrú se fue a la guerra, una marcha militar (convertida en canción de cuna conocida) en todo el mundo occidental:


Si tienes más de 40 seguro que te sabes las letras:

Mambrú se fue a la guerra,

¡qué dolor, qué dolor, qué pena!,
Mambrú se fue a la guerra,
no sé cuando vendrá.
Do-re-mi, do-re-fa,
no sé cuando vendrá.

Vendrá para la Pascua,
chibirín, chibirín, chin chin,
vendrá para la Pascua
o para Navidad.
Ja ja ja, ja ja ja,
o para Navidad.

Si quieres saber más sobre Mambrú visita la Wikipedia y descubre las innumerables versiones de esta bella melodía.

Y si eres mayor de 40 existen dos acontecimientos, con altas probabilidades, que te deben de suceder:

1. Ya eres papá (o mamá) y

2. Tus hijos pequeños deben de ignorar completamente esta canción.

Bien, para que la cantes, junto con tus hijos te dejo el karaoke de Mambrú:



Ahora si me voy....

Grrrrr!!!!
(rugido de despedida)

leoysusleones@hotmail.com

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